Turismo en Francia PACA / Sur

Visitar Niza: sol, mar, montaña y sabores nizardos

Descubra Niza entre el mar y la montaña: las 5 visitas imprescindibles, las especialidades nizardas, la historia y consejos prácticos para una estancia perfecta.

Comparte:

Niza entre mar y montaña

 

 

Niza es una de las pocas ciudades del mundo donde se puede admirar el mar y la montaña de un solo vistazo. Situada al borde del Mediterráneo, la ciudad limita al norte con los Alpes, que parecen sumergirse en las aguas turquesas de la bahía des Anges. Esta situación geográfica única le confiere un marco de postal y un clima excepcional que seduce desde hace siglos a viajeros, artistas y lugareños. Quinta ciudad de Francia con casi 350.000 habitantes, es la capital de la Costa Azul. Conocida por su Promenade des Anglais, sus playas y la luz de la Baie des Anges, atrae tanto por su Baroque Vieux-Nice como por sus museos dedicados a Matisse y Chagall. La ciudad también es conocida por su Carnaval, uno de los más famosos del mundo, y por su art de vivre que mezcla cultura francesa e influencias italianas. Entre baños, excursiones por el interior, festivales y una gastronomía bañada por el sol, Niza ofrece un marco único en el que confluyen cultura, mar y montaña.

 

La bahía de Anges, un panorama legendario

 

Panorama de la Bahía de los Ángeles en Niza: el Mediterráneo y el paseo marítimo de la Costa Azul.

Niza y la Bahía de los Ángeles / foto de Aleksandar Todorovic/Shutterstock.com 

 

Al sur se encuentra la famosa Baie des Anges, un inmenso arco de círculo de 7 kilómetros bañado por la luz. Desde siempre, los nizardos acuden aquí para pasear, bañarse o simplemente respirar el aire marino. El espectáculo es diferente a cada hora del día: azul brillante por la mañana, dorado al atardecer, a veces plateado cuando llegan las nubes. Este paisaje ha inspirado a pintores como Raoul Dufy y Henri Matisse, que encontraron colores únicos para reproducir en sus lienzos.

 

Las montañas, refugio y patio de recreo

 

A unos treinta kilómetros, los Alpes ofrecen paisajes de media montaña ideales para practicar senderismo. Isola 2000 o Auron, accesibles en menos de dos horas desde Niza. Pocas ciudades en Europa permiten darse un chapuzón en el mar por la mañana y calzarse los esquís por la tarde.

 

Una ciudad entre dos culturas

 

Niza entre el mar y la montaña: vista urbana emblemática de la Costa Azul.

Nice / photo par Reuben Teo/Shutterstock.com 

 

Esta posición entre el mar y la montaña ha marcado la historia y la cultura de Niza. Aquí, la influencia italiana sigue muy presente, en las recetas, en la lengua nizarda y en la arquitectura de los pueblos. Pero las montañas, durante mucho tiempo refugio y frontera, también han dejado su huella en la identidad local: los habitantes encontraban aquí protección, pastos y madera. El comercio venía del mar, y tanto los enemigos como los viajeros llegaban de alta mar. Es esta doble identidad la que hace de Niza una ciudad mediterránea única, profundamente volcada hacia el mundo pero apegada a sus raíces.

 

 

 

Las 5 cosas que hay que ver en Niza

 

1. La promenade des Anglais / El Paseo de los Ingleses, símbolo de la Costa Azul

 

Paseo de los Ingleses en Niza: sillas azules y orilla del Mediterráneo.

Niza la promenade des anglais / Paseo de los Ingleses / foto de Elena Elisseeva/Shutterstock.com 

 

Es imposible hablar de Niza sin mencionar la Promenade des Anglais, auténtico emblema de la ciudad. Con casi ocho kilómetros de largo, bordea la bahía de Anges y atrae cada día a miles de paseantes. Creado en el siglo XIX gracias a ricos invernaderos británicos, dio nombre a esta vía única.
Sentarse en las famosas sillas azules, frente al mar, es una experiencia típicamente nizarda. Al amanecer, se encontrará con corredores y ciclistas; durante el día, las familias pasean; y al atardecer, la visión del sol sumergiéndose en el Mediterráneo es inolvidable. El paseo también está bordeado de palacios legendarios, como el Negresco, auténtico icono de la Belle Époque. Aquí es donde Niza reafirma su vocación de estación balnearia internacional, atrayendo a lugareños y viajeros de todo el mundo.

 

2. Castle Hill y sus vistas panorámicas

 

Entre el casco antiguo y el puerto, la colline du Château es un parque de 20 hectáreas donde antaño se alzaba una fortaleza. Destruido en el siglo XVIII, el castillo ha dado paso a miradores que ofrecen una de las mejores vistas de la ciudad.
Desde allí arriba, la mirada abarca toda la Baie des Anges, la vieja Niza con sus tejados anaranjados y el puerto con sus fachadas de colores. Se accede por una pintoresca escalera o en ascensor, y la recompensa es inmediata. Cascadas, parques infantiles, restos arqueológicos y senderos sombreados lo convierten en un lugar ideal tanto para familias como para fotógrafos. Este es uno de los mejores lugares para hacer fotos en Niza.

 

3. La vieja Niza y el mercado de Cours Saleya

 

Cours Saleya en Niza: mercado de flores y productos locales, ambiente mediterráneo.

Le Cours Saleya en Niza y su mercado / foto de Rostislav Glinsky/Shutterstock.com 

 

La Vieux-Nice es un laberinto de callejuelas estrechas, empedradas y coloridas. Descubrirá un ambiente a la vez italiano y provenzal: fachadas pintadas, contraventanas verdes, placitas animadas. La iglesia barroca de Sainte-Réparate domina la plaza Rossetti e ilustra la riqueza del patrimonio religioso local.

El Cours Saleya es el corazón palpitante de este barrio. Su mercado de flores, sus puestos de fruta bañados por el sol y sus aromas de especias y hierbas aromáticas crean una atmósfera típicamente mediterránea. También es el lugar para probar las especialidades locales: socca, pissaladière y buñuelos de flor de calabacín. Por la noche, las terrazas se llenan y el barrio adquiere un aire festivo.

 

4. El puerto de Niza, entre autenticidad y modernidad

 

Port Lympia de Niza: barcos y fachadas coloridas del barrio del puerto.

Le port de Nice / photo par Cristina.A/Shutterstock.com 

 

Situado al este de la ciudad, el puerto Lympia es uno de los lugares más auténticos de Niza. Sus muelles bordeados de fachadas ocres y rojas siguen albergando barcos de pesca tradicionales, los famosos "pointus" de vivos colores.
Aquí se respira un ambiente más tranquilo que en el Paseo de los Ingleses. Restaurantes, bares y artesanos dan la bienvenida a los visitantes, y a veces se pueden admirar yates o barcos insólitos. El puerto es también un punto de partida hacia Córcega, pero sigue siendo sobre todo una parte de la vida de Niza, donde tradición y modernidad se dan la mano.

 

5. El Museo de Arte Moderno y Contemporáneo (MAMAC)

 

Para los amantes de la cultura, el MAMAC es una visita obligada. Situado a dos pasos de la plaza Garibaldi, es reconocible por su atrevida arquitectura, que mezcla cubos monumentales y pasarelas aéreas.
En su interior, descubrirá colecciones únicas con Yves Klein, Niki de Saint Phalle, Andy Warhol y César. Las exposiciones temporales también atraen a algunos de los grandes nombres del arte contemporáneo. La vista sobre Niza y las colinas circundantes desde las azoteas del museo es espectacular. El paseo del Paillon, justo al lado, ofrece un agradable contraste entre naturaleza y modernidad.

 

MAMAC Niza: fachada del Museo de Arte Moderno y Contemporáneo, arquitectura contemporánea.

Niza: Fachada del Musée d'Art Moderne et D'Arc Contemporain (MAMAC) / foto de InnaFelker/Shutterstock.com 

 

 

La gastronomía de Niza: sabores mediterráneos

 

La cocina nicoesa es el alma de la ciudad. Cuenta una historia hecha de sol, Mediterráneo y tradiciones heredadas de influencias italianas y provenzales. Se distingue por la sencillez de sus ingredientes, a menudo procedentes del huerto o del mar, sublimados por el aceite de oliva, las hierbas aromáticas y la generosidad de la tierra.

 

Socca: el imperdible pastel niçoise

 

Socca niçoise: torta de harina de garbanzos cocida en horno de leña.

Una socca / photo par bonchan/Shutterstock.com 

 

Es imposible quedarse en Niza sin probar la socca, una fina oblea hecha con harina de garbanzos y aceite de oliva, cocida en horno de leña. Se come bien caliente, servida en grandes tablas y cortada con una espátula. Los habitantes de Niza suelen comerla directamente del papel, con un vaso de vino blanco local. La soca es mucho más que un plato: es un ritual. Se puede encontrar principalmente en el mercado de Cours Saleya o en ciertos puestos del Vieux-Nice como Chez Pipo, una institución desde 1923. Crujiente en los bordes y suave en el centro, encarna el espíritu de convivencia de Niza.

 

La ensalada Niçoise: un símbolo conocido en todo el mundo

 

La salade niçoise es sin duda la especialidad más conocida internacionalmente, pero también la más desvirtuada. La versión auténtica es una explosión de frescura: tomates, pimientos, cebollas rojas, cébettes, févettes, huevos duros, aceitunas negras de Niza, atún, a veces anchoas, todo ello rociado con aceite de oliva. En Niza, nunca ponemos patatas ni judías verdes: estos añadidos proceden de adaptaciones parisinas. Esta ensalada se originó en el siglo XIX como plato popular de temporada, preparado con lo que había en el mercado. Hoy sigue siendo un plato emblemático, defendido con orgullo por los nizardos.

 

Pissaladière: tarta con cebollas encurtidas

 

Pissaladière niçoise: tarta de cebollas confitadas, anchoas y aceitunas.

Una pissaladière / foto de EQRoy/Shutterstock.com 

 

Otro clásico, la pissaladière es una tarta a base de hojaldre rellena de cebollas confitadas en aceite de oliva y decorada con anchoas y aceitunas negras. Toma su nombre del "pissalat", una pasta de anchoas que se utilizaba antiguamente como condimento. Se come caliente, cortado en cuadrados, como aperitivo o en el mercado. Es un plato que ilustra la cercanía entre la tierra y el mar: las cebollas proceden de las colinas de los alrededores, las anchoas del Mediterráneo. Un concentrado de sabores mediterráneos en un bocado.

 

Les petits farcis: la generosidad de las verduras

 

En la región de Niza abundan las verduras: calabacines, berenjenas, tomates, pimientos. Todas se prestan a la preparación de petits farcis, rellenos de una mezcla de carne, pan rallado, ajo y hierbas aromáticas. Se trata de un plato familiar, a menudo preparado en grandes cantidades para alimentar una mesa. Cada familia tiene su propia receta, a veces transmitida de generación en generación. Estos platos evocan el verano, las grandes reuniones y el arte de vivir mediterráneo.

 

Buñuelos de flor de calabacín: el sabor del verano

 

Frágiles y delicadas, las flores de calabacín se transforman en ligeros buñuelos tras pasarlas por un rebozador. Doradas y crujientes, se pueden degustar tanto en el mercado como en los restaurantes de la vieja Niza.
Plato efímero, simboliza la estación estival, cuando los calabacines florecen en profusión en las huertas del interior. Un plato refinado y popular a la vez.

 

 

Buñuelos de flores de calabacín: especialidad crujiente de Niza.

Bignets de flor de calabacín/ foto de Tatiana Vorona/Shutterstock.com 

 

Otras especialidades por descubrir en Niza

 

  • El pan bagnat, un bocadillo redondo relleno de los mismos ingredientes que la ensalada Niçoise, empapado en aceite de oliva.

  • Pastel de acelgas, dulce, sorprendente para quienes descubren esta singular masa, elaborada con acelgas, piñones y pasas sultanas.

  • Daube niçoise, un estofado de ternera cocido a fuego lento en vino tinto, hierbas y verduras, herencia de la cocina provenzal e italiana.

  • Raviolis nicole, rellenos de carne o acelgas, a menudo cubiertos con salsa de tomate perfumada.

 

La cocina de Niza refleja la situación geográfica de la ciudad. Hay influencias ligures, provenzales y piamontesas. El marisco se mezcla con las verduras locales, todo ello realzado por el aceite de oliva de la Vallée des Paillons o del Comté de Niza. Esta gastronomía es también una invitación a compartir: cada plato está pensado para degustarlo en compañía, alrededor de una mesa de convivencia.

Degustar la cocina niçoise significa comprender el alma de la ciudad. Es sencilla, generosa y soleada, como la gente de Niçoise.;

 

 

 

Niza entre mar y montaña: paisajes y actividades

 

Niza es una ciudad con mil caras, capaz de atraer tanto a los amantes del ocio como a los aficionados al senderismo o los descubrimientos culturales. Aquí, el Mediterráneo se combina con los Alpes para ofrecer un marco incomparable.

 

Hotel Negresco en la Promenade des Anglais: icono de la Belle Époque de Niza.

Le Negresco en "el baile de graduación" / Foto seleccionada por monsieurdefrance.com: por Erich Westendarp de Pixabay

 

Las playas de Niza y el Mediterráneo

 

Niza es famosa por sus playas de guijarros, que se extienden a lo largo de la Promenade des Anglais. Las hay públicas y privadas, con diferentes ambientes. Algunas ofrecen tumbonas y restaurantes, mientras que otras conservan un encanto más sencillo.
La Baie des Anges también es ideal para practicar deportes náuticos: pádel, vela, submarinismo. Las aguas cristalinas ofrecen la posibilidad de descubrir una fauna marina asombrosa a pocos metros de la orilla. En verano, a los nizardos les encanta venir aquí a nadar en familia, pero también por la noche para disfrutar del frescor de las aguas.

 

Playa de guijarros en Niza: orilla del Mediterráneo, ambiente balneario.

par Ben Kerckx de Pixabay

 

Colinas y vistas panorámicas

 

Detrás del paseo marítimo, las colinas ofrecen vistas espectaculares. El monte Boron, accesible mediante una corta caminata, permite admirar la ciudad e incluso vislumbrar la frontera italiana. El fortaleza de Mont-Alban, construida en el siglo XVI, es un vestigio militar que domina el Mediterráneo. Desde sus murallas, se puede abarcar un paisaje que se extiende desde Mónaco hasta el macizo del Estérel. Estos panoramas figuran entre los más bellos de la Costa Azul.

 

Actividades deportivas y en la naturaleza

 

Niza no es sólo una ciudad costera, también es un destino deportivo. El sentier du littoral permite caminar de Niza a Villefranche-sur-Mer, con espectaculares vistas sobre el Mediterráneo. Los aficionados al ciclismo encontrarán rutas de renombre, utilizadas a menudo por el Tour de Francia. En invierno, los Alpes del Sur están a sólo 90 minutos: se puede pasar de la cálida arena a las pistas nevadas en un día. Las estaciones de Isola 2000Auron o Valberg acogen a los aficionados al esquí y a las raquetas de nieve. Esta proximidad hace de Niza un lugar único en Europa.

 

Por Niza

 

Bahía de Villefranche-sur-Mer, cerca de Niza: panorama de la Costa Azul.

La bahía de Villefranche / Foto elegida por Monsieur de France: depositphotos

 

A media hora en coche, descubrimos otra cara de la región. Saint-Paul-de-Vence, meca del arte, seduce con sus galerías y callejuelas medievales. Eze, encaramada en un espolón rocoso, maravilla con su exótico jardín suspendido sobre el Mediterráneo. También merecen una visita Saint Jean Cap Ferrat, Villefranche sur Mer... En los pueblos del interior de Niçois encontrará el sabor de la Provenza, con sus fuentes, sus plazas sombreadas y sus coloridos mercados. También es una región de olivicultores y viticultores, que producen aceite de oliva de gran calidad y vino de Bellet, uno de los viñedos más antiguos de Francia.

 

Antibes al atardecer: vista nocturna de la costa cerca de Niza.

Vista nocturna de Antibes / Foto seleccionada por monsieurdefrance.com : Circumnavi via dépositphotos

 

Eventos y festivales en Niza

 

Además de sus paisajes, Niza también vibra al ritmo de sus acontecimientos. El más famoso es sin duda el Carnaval de Niza, uno de los más grandes del mundo, con sus coloridas carrozas y batallas de flores que iluminan el Paseo de los Ingleses en febrero.
No muy lejos, en Menton, la fête du Citron completa este programa festivo con sus esculturas gigantes de cítricos. Estos acontecimientos atraen cada año a miles de visitantes y son un recordatorio de la alegría y la creatividad de la Costa Azul.

 

 

Niza: accesos e itinerarios

 

Picnic en una playa de guijarros en Niza: paseo marítimo y relax.

¿Qué tal un picnic en una de las playas de guijarros de Niza / Foto elegida por Monsieur de France: Pixabay

 

A Niza llega el aéroport Nice Côte d'Azur, situado en 1601 Route de l'Aéroport, 06200 Niza. Es el segundo aeropuerto de Francia y ofrece numerosas conexiones nacionales e internacionales. Un tranvía (línea 2) conecta directamente el aeropuerto con el centro de la ciudad en unos veinte minutos.

Desplazarse por la ciudad es fácil gracias a la red de tranvías y autobuses. Tres líneas de tranvía atraviesan la ciudad, que se complementa con decenas de líneas de autobús que recorren el interior y la costa.

 

Distancias y duración del trayecto desde Niza :

  • Niza - París: 930 km, unas 9h30 en coche / 5h30 en TGV directo.

  • Niza - Marsella: 200 km, unas 2h15 en coche / 2h30 en tren.

  • Niza - Mónaco : 20 km, unos 30 min en coche / 25 min en TER.

 

 

Preguntas frecuentes – Nice

 

1. ¿Es Niza una ciudad segura para los visitantes?


Sí, Niza es una ciudad segura en general. Como en todas partes, se aconseja permanecer atento en las zonas menos concurridas por la noche y vigilar sus pertenencias en los lugares muy turísticos.

 

2. ¿Cuál es la mejor época para visitar Niza?


La primavera (de abril a junio) y el otoño (septiembre-octubre) son ideales: tiempo agradable y aglomeraciones moderadas. El verano es caluroso y festivo, mientras que el invierno sigue siendo suave con el famoso Carnaval de Niza.

 

3. ¿Cuántos días se tarda en descubrir Niza?


Dos o tres días bastan para visitar los principales lugares de interés. Pero una estancia de cuatro o cinco días permite disfrutar de museos, playas y explorar el interior.

 

4. ¿Cómo llegar del aeropuerto al centro de Niza?


El tranvía (línea 2) conecta directamente el aeropuerto de Niza Costa Azul con el centro de la ciudad en unos 20 minutos. Autobuses, taxis y lanzaderas completan el servicio.

 

5. ¿Es cómodo el transporte público en Niza?


Sí. Los tranvías y autobuses comunican muy bien la ciudad y las localidades vecinas. Para distancias cortas, Niza también es muy fácil de explorar a pie.

 

6. ¿Qué hay que ver y hacer en Niza?


El paseo de los Ingleses, el casco antiguo de Niza y su mercado de Cours Saleya, la colina del Castillo, el puerto de Lympia y el MAMAC. Los museos Matisse y Chagall también merecen una visita, así como las excursiones a Eze, Villefranche y Saint-Paul-de-Vence.

 

7. ¿Hay playas en Niza?


Sí, a lo largo de la Promenade des Anglais. Algunas son públicas, otras privadas, con tumbonas y restaurantes. Son playas de guijarros, por lo que se aconseja llevar calzado adecuado para mayor comodidad.

Jérôme Monsieur de France

Jérôme Monsieur de France

Jérôme es un Monsieur de France.
Es el autor de este sitio web dedicado al turismo en Francia, su historia y su patrimonio. Apasionado por la riqueza histórica, las tradiciones francesas y los lugares más bellos del país, lleva años escribiendo para diferentes medios de comunicación sobre temas relacionados con el patrimonio, el turismo en Francia y la gastronomía regional. Aquí comparte sus ideas para escapadas, ya sean de fin de semana o de una semana, destacando los monumentos, los personajes históricos, los paisajes emblemáticos y las recetas típicas. A través de sus relatos, le invita a descubrir la cultura francesa, sus símbolos y los tesoros ocultos que hacen de Francia un destino único.

Jérôme Monsieur de France

Jérôme Monsieur de France

Jérôme es un Monsieur de France.
Es el autor de este sitio web dedicado al turismo en Francia, su historia y su patrimonio. Apasionado por la riqueza histórica, las tradiciones francesas y los lugares más bellos del país, lleva años escribiendo para diferentes medios de comunicación sobre temas relacionados con el patrimonio, el turismo en Francia y la gastronomía regional. Aquí comparte sus ideas para escapadas, ya sean de fin de semana o de una semana, destacando los monumentos, los personajes históricos, los paisajes emblemáticos y las recetas típicas. A través de sus relatos, le invita a descubrir la cultura francesa, sus símbolos y los tesoros ocultos que hacen de Francia un destino único.