Los orígenes de un pionero
Élisa Léontine Deroche nació el 22 de agosto de 1882 en París, en el seno de una familia sin recursos. Su padre era marroquinero y su madre modista. Nada la predestinaba a convertirse en aviadora. Sin embargo, desde niña destacó por su insaciable curiosidad.
Amaba el movimiento, la velocidad y las emociones fuertes. En un París cada vez más moderno, se interesó por las innovaciones técnicas, en particular la bicicleta, el coche y la moto. Muy pronto se dio cuenta de que, para existir en un mundo en el que las mujeres apenas eran visibles, tenía que crearse un personaje. Emprendió una carrera artística: actriz de teatro, adoptó un elegante nombre artístico, Raymonde de Laroche, que sonaba como el de una aristócrata. Este seudónimo se convertiría en su identidad pública, por la que la historia la recordaría. Su matrimonio con Louis Léopold Thadome en 1900, seguido de su divorcio en 1909, marcó el comienzo de una vida independiente. En 1915 vuelve a casarse con Jacques Vial. Pero entre estos dos matrimonios, una pasión inesperada cambiaría su destino: la aviación.
Elisa Deroche / Biblioteca del Congreso de los Estados Unidos de América;
El encuentro con la aviación
A finales del siglo XIX y principios del XX, la conquista del cielo estaba en el centro de los sueños modernos. Los hermanos Wright volaron en 1903 en Estados Unidos, Santos-Dumont fascinó a París con sus dirigibles y los pioneros europeos multiplicaron sus experimentos. Raymonde de Laroche estaba fascinada y asistía a las demostraciones. Ella quiere volar. En un mundo casi exclusivamente masculino, se atreve a pedir aprender a volar. Recurre a los hermanos Voisin, renombrados fabricantes de aviones. En 1909, los Voisin aceptan enseñarle los fundamentos del vuelo. Pronto demostró cualidades excepcionales: valor, control y compostura. El 22 de octubre de 1909, realizó su primer vuelo en solitario a bordo de un biplano Voisin. Se convirtió en la primera mujer del mundo en surcar los cielos en solitario.
Patente nº 36: un momento histórico
El 8 de marzo de 1910, el Aéro-Club de France le concedió la licencia de piloto nº 36. El número puede parecer insignificante, pero fue histórico: de los 35 primeros pilotos con licencia, todos eran hombres. Ella, Elisa Deroche, fue la primera mujer en romper esta barrera. La prensa se hizo eco del acontecimiento. La apodaron "la Baronesa de Laroche". El título nobiliario fue inventado por los periodistas para acentuar el aspecto romántico, pero quedó unido a su nombre. Se convirtió en un símbolo: una mujer podía volar, una mujer podía igualar a los hombres en este nuevo y arriesgado campo.
La baronesa Deroche en su avión en 1907 / Biblioteca del Congreso de Estados Unidos
Las primeras exhibiciones aéreas
En cuanto obtuvo su licencia, Raymonde de Laroche fue invitada a participar en espectáculos aéreos. Estos eventos atraían a grandes multitudes, deseosas de ver despegar, girar y aterrizar a los aviones. Las mujeres aviadoras eran raras, lo que realzaba su aura. Participó en demostraciones en Rouen, Reims y Lyon, así como en el extranjero. En San Petersburgo fue recibida por el Zar Nicolás II, que quedó impresionado por su audacia. También voló por Egipto y Alemania, multiplicando sus experiencias y encuentros. Cada aparición era un acontecimiento: ver a una mujer al mando de un aparato volador fascinaba tanto como escandalizaba a algunas mentes conservadoras.
Una vida arriesgada
La aviación de los primeros tiempos era extremadamente peligrosa. Las aeronaves eran frágiles, inestables y a menudo caprichosas. Los accidentes eran frecuentes. La propia Raymonde de Laroche sufrió varios. En 1910, resultó gravemente herida en un accidente. Sobrevivió, pero tuvo que dejar de volar durante varios meses. Estas pruebas no la detuvieron. Volvió al palo en cuanto pudo. Su determinación es impresionante. Demuestra que su pasión trasciende el miedo y el dolor.
Récords y reconocimiento internacional
Tras obtener su licencia, Raymonde de Laroche no se contentó con volar, sino que quiso superar los límites. Participó en competiciones, batió récords femeninos y demostró que una mujer podía destacar en este campo. En noviembre de 1913, completó un vuelo de cuatro horas sin escalas. Una hazaña en una época en la que la mecánica era incierta y cada minuto de vuelo era una victoria. Esta hazaña le valió la Coupe Fémina, una distinción concedida por el Aéro-Club de France a las aviadoras con más éxito. Su nombre empezó a circular por toda Europa. Fue invitada a las reuniones más prestigiosas, admirada por su tenacidad y valentía.
La baronesa Deroche en su avión en 1907 en: La Revue aérienne / director Emile Mousset Autor: Ligue nationale aérienne, París.
La prueba de la guerra
Cuando estalló la Primera Guerra Mundial en 1914, Raymonde de Laroche estaba decidida a ofrecer su talento a su país. Pero a las mujeres no se les permitía volar en el ejército. Rechazada como aviadora, se comprometió a otra cosa. Se convirtió en conductora para el frente, transportando heridos y suministros. Esta experiencia reforzó su imagen de mujer decidida y valiente. Incluso sin avión, encontró la forma de servir, demostrando una vez más que su vida estaba guiada por la audacia y la superación.
Los últimos vuelos y el trágico final
Después de la guerra, Raymonde de Laroche volvió a pilotar aviones. Soñaba con récords aún más impresionantes. En junio de 1919, según algunos testimonios, alcanzó una altitud de más de 5.000 metros. Pero unas semanas más tarde, el 18 de julio de 1919, sobrevino la tragedia. Durante un vuelo de prueba en Le Crotoy (Picardía), el aparato que pilotaba junto con el aviador Barrault se estrelló. Murió en el acto, a la edad de 36 años. Su muerte conmociona al mundo de la aviación. Los periódicos elogiaron su valor y recordaron sus hazañas. Murió justo cuando la aviación entraba en una era más moderna, dejando su nombre grabado como el de una pionera. Está enterrada en el cementerio Père-Lachaise de París. Su sobria tumba se adorna regularmente con flores en homenaje.
PREGUNTAS FRECUENTES
¿Quién era la Baronesa de Laroche?
Élisa Léontine Deroche, conocida como Raymonde de Laroche, fue la primera mujer del mundo en obtener la licencia de piloto de avión, en 1910.
Qué patente obtuvo
El Aéro-Club de France le concedió la licencia de piloto nº 36.
¿Cuándo realizó su primer vuelo en solitario?
22 de octubre de 1909, en un biplano Voisin.
¿Cuál es su contribución a los espectáculos aéreos?
Ha participado en numerosas reuniones en Francia y Europa, estableciendo récords femeninos de altitud y tiempo, y ha ganado la Copa Femina.
Cómo murió
Murió el 18 de julio de 1919 en un accidente de aviación en Le Crotoy, Picardía.
¿Dónde está enterrada?
Está enterrada en el cementerio Père-Lachaise de París.