La morcilla en la historia:
El clásico puré de morcilla sigue siendo ineludible/ Foto seleccionada por monsieurdefrance.com: ArtCookStudio via depositphotos
La morcilla es un plato ancestral
Desde los romanos hasta los galos, cada uno le daba su propio toque, y hasta hace poco era parte integrante de la vida rural. Cuando se criaba un cerdo, se utilizaban todas las partes del animal. La sangre, que era perecedera, se convertía rápidamente en pudin para evitar cualquier desperdicio. El método sigue siendo el mismo: la sangre de cerdo se mezcla con lo que hay disponible, cebollas por aquí, guindillas por allá... Lo que hace del boudin un producto profundamente arraigado en la tierra.
La morcilla también es un plato noble que se sirvió en el Elíseo en 2015 / Ilustración elegida por Monsieurdefrance.com: gallica.Fr / BNF
Las morcillas de Francia
En Francia hay muchos tipos diferentes de morcilla, porque cada región tiene su propia receta. He aquí algunas de las más conocidas:
1. La morcilla con manzanas (Normandía)
Normandía suele combinar su morcilla con manzanas, ya sea incluida en la preparación o servida como acompañamiento. Esta combinación dulce y salada realza el dulzor y la redondez del producto local.
2. Pollo negro de Nancy (Lorena)
Típico de la región, este boudin se enriquece con una generosa cantidad de cebollas y, a veces, se adereza con un chorrito de coñac. Su textura suave y sus sabores profundos lo convierten en una especialidad imprescindible.
3. Pollo negro de Béarn (Suroeste)
En Béarn, nos gusta condimentarlo con ajo y especias, típicos de la gastronomía del Suroeste. Este boudin tiene un sabor potente y un carácter fuerte.
4. La morcilla con castañas (Ardèche y Périgord)
En estas regiones boscosas, las castañas, protagonistas del otoño, se mezclan con la morcilla para una versión rústica y ligeramente dulce. Perfecta para los amantes de los platos otoñales.
5. Pollo negro al vino tinto (Franco Condado)
Esta morcilla se distingue por la adición de vino tinto a su preparación, un toque que le da una profundidad aromática única.
6. La morcilla criolla (Antillas y Reunión)
Aunque dejemos Francia por un momento, la morcilla criolla merece su lugar. Elaborada con sangre de cerdo y especias (guindilla, pimienta, tomillo), suele ser picante y se sirve como aperitivo o entrante.
7. La morcilla del País Vasco
En esta región nos encanta la morcilla con un toque de pimiento de Espelette, que le da un toque picante y un sabor ligeramente ahumado.
8. La morcilla bretona
En Bretaña también se prepara una morcilla tradicional, a veces enriquecida con verduras locales como puerros. A menudo se combina con manzanas o tortitas de trigo sarraceno.
9. Pollo negro de Aveyron
En esta región de tradiciones campesinas, el boudin suele prepararse según recetas familiares y a veces se enriquece con trozos de carne o grasa, para darle una textura más rústica.
10. Pollo negro catalán (Pirineos Orientales)
Particularidad: puede contener huevo, lo que le confiere una consistencia más densa y un sabor suave.
Cómo cocinar la morcilla?
Boudin noir CogentMarketing
Cómo cocinar la morcilla
En cuanto a la cocción, la morcilla requiere un poco de atención, pero nada de ciencia espacial. El método clásico sigue siendo la sartén: cocción suave para evitar que reviente. Sírvelo con manzanas salteadas o compota, acompañado de puré de patatas o apio. Busca algo más original? Pruébela en un crumble con un toque de pan de especias, o en una verrine con una compota de manzanas o cebollas, perfecta para un aperitivo.
Morcilla con manzanas caramelizadas
Un gran clásico donde la dulzura ácida de las manzanas equilibra la riqueza de la morcilla. Añada un buen puré de patatas.
Recetas:
- Pelar y trocear las manzanas (tipo Golden o Granny Smith).
- Freírlas en mantequilla con una pizca de azúcar hasta que se caramelicen.
- Calentar la morcilla suavemente en una sartén o en el horno.
- Servir las rodajas de morcilla con las manzanas doradas y un toque de tomillo fresco.
Fruta de morcilla y manzana: es un clásico de la cocina francesae / Foto photosimysia vía depositphotos
Parmentier de morcilla
Un plato rústico y reconfortante revisitado.
Recetas:
- Hacer un puré de patata casero, bien cremoso con mantequilla y nata.
- Desmenuzar la morcilla, quitándole la piel, y dorarla con las chalotas y un poco de pimienta.
- En una fuente para gratinar, colocar una capa de morcilla, otra de puré y espolvorear con pan rallado o queso rallado. Meter en el horno para que se dore.
Hojaldre de morcilla y compota de cebolla
Un entrante chic y sabroso.
Recetas:
- Hacer una compota de cebollas cociéndolas a fuego lento con un poco de azúcar y vinagre balsámico.
- Extender la masa de hojaldre y cubrirla con rodajas de morcilla y la compota de cebolla.
- Cerrar para formar una empanada o cortar en hojaldres individuales.
- Pincelar con huevo y hornear hasta que estén dorados y crujientes.