La idea de un inglés
Señoras y señores, hay que reconocer que una de las glorias de Francia en el mundo se la debemos a un inglés. Aunque la moda sea toda francesa, fue un inglés quien inventó el concepto de alta costura. Bueno, me voy a pegar un tiro en el pie, pero no hace falta que lo gritemos a los cuatro vientos después de leer gracias a Monsieur de France, ¡o sí! Charles Frederick Worth, nació en 1825 en Lincolnshire. Le apasionaban las telas, que vendía como modesto aprendiz en una tienda de Londres. También era un pintor entusiasta.
Un catálogo de moda de 1860 / Fuente Wikipedia
Un gran diseñador de moda y su mujer
Esta mezcla de conocimiento de los tejidos y amor por la belleza es la base de este gran talento que decide abandonar Inglaterra e instalarse en la capital de la moda y las artes, París. ¡Uf! Nuestro honor está a salvo. Para ganar tiempo, y quizás también porque el mal gusto de ciertas clientas picaba en los ojos de este esteta, Frédérick Worth decide una revolución.
Antes, el cliente pedía y el modisto ejecutaba, pero ahora el modisto proponía y el cliente elegía. Añadió dos novedades sorprendentes para la época. La primera eran las estaciones. Otoño invierno, primavera verano. La segunda fue mostrar sus creaciones en alguien en lugar de en catálogos. La encargada de hacerlo es su mujer: Marie Vernet Worth, antigua vendedora de ropa.
Ella inventó esta profesión: vestir para mostrar
Marie Vernet-Worth, la primera maniquí de la historia (1825-1898).
Marie Vernet, esposa de Worth, se pone delante de los clientes para permitirles proyectarse en la creación que desfila ante ellos. Después de ella, otros harán este trabajo. Durante mucho tiempo, se les llamaría parecidos. La primera agencia de modelos se creó en Inglaterra en 1928. Gabrielle Chanel las hizo desfilar en su sublime escalera de espejos. Jean Patou, modisto francés, puso de moda a las mujeres muy delgadas. Hoy en día, incluso son delgadas, ¿no? Siguen adelgazando a base de retocar las fotos en el ordenador. Estamos lejos de Marie Vernet, morena, rellenita, y sobre todo de la primera vocación de esta bella profesión: la de vestir y sobre todo mostrar lo que el genio del ser humano puede inventar cuando se trata de sublimar el cuerpo.